¿Cómo tratar la baja autoestima?

¿Qué es la autoestima?

La autoestima cuando se usa en un contexto psicológico se refiere a la confianza o simplemente cómo se valora alguien a sí mismo.

La autoestima implica una combinación de creencias sobre uno mismo, incluidas las emociones, el comportamiento y la apariencia. La autoestima y la confianza pueden mejorar mediante la terapia.

Muchas personas se describen con una autoestima alta o baja. A veces, se dan cuenta que su autoestima varía según la situación. Si está experimentando una baja autoestima o una autoestima de altibajos, entonces quizás es el momento de acudir a terapia con un Psicólogo Autoestima y así reconocer la causa de esos bajones. De esta forma también se puede conseguir una autoestima auténtica y reforzada que ayude a la persona a afrontar todo tipo de situaciones.

La clave está en sentirse seguro de que uno puede manejar situaciones y desafíos de la vida, y considerarse merecedor de experimentar el amor y la aceptación de los demás, así como de uno mismo.

Autoconcepto y amor propio

La relación más importante que tendrás es contigo mismo. Si esto está mal, todos los demás aspectos de tu vida también estarán fuera de control. Tales como, tu autoestima, confianza, motivación, relaciones con los demás, capacidad para tomar decisiones, desempeño, creatividad, éxito y tu salud física y emocional. 

[cm_ad_changer campaign_id=»1″]

¿Cuáles son los síntomas de baja autoestima?

Las personas con baja autoestima tienen una visión negativa y de desaprobación de sí mismas y una incapacidad para mirar más allá de sus limitaciones y problemas. Además, suelen criticarse a sí mismas y a los demás. Pueden tener reacciones exageradas cuando son criticadas, hacerse autosabotaje y mantener un comportamiento autodestructivo. Para evitar esta situación, es conveniente buscar un Psicólogo Especialista en Autoestima.

En general, quien tiene baja autoestima, suele tener una perspectiva pesimista, una tendencia a las obsesiones, indecisión y un enfoque orientado a los fracasos, la vergüenza, las debilidades y los problemas. 

¿Alguna vez has tenido pensamientos tan negativos sobre ti mismo que terminas hiriendo tus propios sentimientos? Si los pensamientos de autonegación te son familiares, puede que estés teniendo problemas de autoestima y necesites buscar un Psicólogo en Madrid autoestima, ya que es posible dejar de castigarte, y reducir la autocrítica.

A veces, reconoces que no es normal seguir castigándote.

Si no te amas a ti mismo, entonces no podrás escapar del diálogo interno negativo el tiempo suficiente para mostrarte compasión. Incluso puedes estar en una relación que sabes que es tóxica, pero tienes miedo a irte porque tienes miedo a estar solo.

La baja autoestima puede desencadenar muchos problemas emocionales y de comportamiento, como ansiedad social , ataques de pánico , depresión y comportamientos como adicciones, alejamiento de los demás, aislamiento, rendirse, no intentarlo, desesperanza y frustrar sus sueños.

La baja autoestima suele traer:

  • Inseguridad
  • Dificultad para expresar
  • Negatividad
  • Autoexigencia exagerada
  • Deseo de complacer constante
  • Sensibilidad excesiva a las críticas de otros
  • Aislamiento

¿Cómo recuperar la confianza? ¿Cómo crear confianza en ti mismo si nunca has pensado que merecías ser feliz?

Psicólogos Autoestima Majadahonda

En Psicólogos Majadahonda podemos ayudarte a mejorar tu autoestima ¿cómo?

Intentamos conocer los aspectos de tu pasado y, especialmente, los actuales, que puedan estar causándote ese malestar con el objetivo de saber qué es lo que puede estar haciéndote daño.

Una vez que sepamos cuál o cuáles son las razones por las que tu autoestima es baja, trabajaremos en una terapia personalizada para reforzar tu autoconcepto y sanar los aspectos negativos que te están haciendo mal, tal como hemos hecho con muchísimos pacientes a lo largo de nuestra trayectoria.

[cm_ad_changer campaign_id=»1″]

Beneficios de la escritura terapéutica

La escritura terapéutica nace de la propia necesidad de expresar y reconocer aquellos sentimientos que nos siguen haciendo daño y que tenemos que superar. De esta manera, la escritura es capaz de hacer que saquemos fuera de nosotros dichos sentimientos, para que les podamos dar nombre y aceptarlos.

Justamente por esto se ha descubierto que la escritura utilizada de forma terapéutica posee en sí misma una serie de beneficios que ayudan a mejorar la salud de las personas y su estado anímico, como veremos más adelante. Así, deja de ser considerada como una autoayuda más para convertirse en una herramienta muy positiva para nuestro bienestar individual.

«Escribo porque no puedo vivir sin escribir. Y uno siempre escribe para aprender, para comprender, para saber, para intentar entenderte y entender el mundo.»

-Rosa Montero-

[cm_ad_changer campaign_id=»1″]

Escritura terapéutica, ¿qué es?

En la mente global todos tenemos la idea de lo que significa ‘escritura terapéutica’: es aquel acto voluntario de escritura en el que el único fin es dejar que un pasado o un presente doloroso deje de serlo. En este sentido, debemos escribir sin limitaciones y sabiéndolo que nadie va a juzgarnos por nada porque es una práctica íntima y personal.

«Cuando escribo, lo único que sé es que sufro de dolor, de esperanza, de alegría; sé que estoy sufriendo y que necesito decirlo.»

-Jaime Sabines-

De igual forma, si lo que queremos es escribir buscando un bienestar lo que menos debería importarnos es el cómo esté escrito. El plano estético queda relegado a un segundo plano: la escritura terapéutica exige más sentir que pensar, dejarse llevar y enfrentarse al papel sin miedo alguno.

Beneficios de la escritura terapéutica

Ahora que sabemos en qué consiste, veámos cuáles son todos esos puntos positivos que defienden algunos estudios y que nos puede aportar la escritura terapéutica. Dentro de la rama de la psicología son varias las corrientes, como el psicoanálisis o la logoterapia, que han apoyado los siguientes beneficios:

  • Puede mejorar trastornos de ánimo. Lo cierto es que si seguimos las pautas que indica la escritura terapéutica deberíamos poder sentir una mejoría anímica después de llevarlo a cabo: en el caso de no ser así, es que no lo estamos realizando correctamente. La escritura terapéutica debe huir de aquel ‘regodearse’ en los propios pensamientos negativos, dado que el fin no es seguir culpándose o lastimándose por aquello que nos afecta.
  • Reduce las visitas al médico. El miedo a las enfermedades muchas veces llegan a absorbernos tanto que podemos, incluso, llegar a pensar que padecemos hipocondriasis. La mayoría de veces que pensamos que nos ocurre algo malo, nos equivocamos y simplemente se encuentra en nuestra mente. La escritura terapéutica ayuda a sacar a la luz los miedos para afrontarlos y ver si de verdad pueden ser reales o no.
  • Mejora la memoria. Todos nosotros tenemos una historia interior, una especie de ‘minimundo’ que llevamos dentro y que nos hace ser quienes somos. Está demostrado que la escritura terapéutica nos ayuda a exponer esta historia sobre el papel para ver cuál ha sido nuestro camino, dónde estamos y dónde queremos llegar. Al recordar los acontecimientos que nos marcan, ejercitamos la memoria y nos permitimos reconocer cosas que, quizá, antes se nos habían pasado por alto.
  • Ordena ideas y disminuye la sensación de ansiedad: el lenguaje en sí mismo es caótico, por lo que el lenguaje interno puede llegar a ser incluso un laberinto. La escritura terapéutica nos asiste cuando tenemos que ordenar nuestras ideas y disminuye la sensación de ansiedad que tal desorden puede provocar.
  • Nos ayuda a desahogarnos. Uno de los motivos que más lleva a la gente a escribir es justo este: desahogarse. No es bueno quedarse con nada dentro y reprimir sentimientos, sobre todo aquellas veces en las que los obstáculos nos desvían de las metas que tenemos. De hecho cualquier negatividad anímica es perniciosa para nuestra salud, pudiendo convertirse en dolores de cabeza y de espalda fuertes, tensiones en el cuello…

Es una de las técnicas que utilizamos con algunos pacientes en nuestro Centro de psicología de Majadahonda en beneficio de la terapia, y por ende en beneficio del paciente, conseguimos grandes cosas con esta técnica terapéutica, entre otras: aliviar la represión de sentimientos, crear vínculos más sanos con nuestros seres queridos, expresar aquello que nos resulta difícil, resolver traumas o experiencias traumáticas…. Por supuesto, no es una técnica suficiente para trabajar lo anteriormente mencionado, pero es una ayuda muy útil que integramos en nuestra terapia en Majadahonda.

En Psicólogos Majadahonda realizamos terapia psicológica online y/o presencial a todas aquellas personas, que por cualquier motivo sufren y quieren dejar de sufrir.

Un abrazo a todos y gracias por leernos!

[cm_ad_changer campaign_id=»2″]

Razones por las que en ocasiones los pacientes no acuden a la cita solicitada

Pedir ayuda a un psicólogo no siempre es fácil. Muchas personas se n mal, sepan o no sepan las razones que los lleva a sentirse así, y meditan sobre la posibilidad de acudir a un centro de psicología durante mucho tiempo.

En el momento en el que cogen fuerzas para pedir una cita, hay múltiples factores que pueden llevarles a no acudir a la cita, aún habiéndola solicitado:

  • Miedo al cambio: sabemos que para que nuestro estado de ánimo, o la situación que nos lleva a estar mal cambie, tenemos que tener una “actitud de cambio”. Los psicólogos no tenemos una varita mágica con la que conseguir que en la primera sesión todo sea maravilloso, lo que hacemos es enseñar a nuestros pacientes herramientas que les ayudarán a sentirse mejor, pero sin lugar a dudas, necesitamos de una actitud activa por parte del paciente para poder conseguirlo. Esto, es bien sabido por la mayoría de las personas que deciden acudir a terapia, y en ocasiones, los pacientes no se sienten “preparados” para ello. Uno de los primeros objetivos de los psicólogos es fomentar esa actitud de cambio a través de estrategias bien pensadas y muy trabajadas. No todas las personas que acuden a consulta saben cómo desarrollar esa actitud de cambio, forma parte de nuestro trabajo ayudaros a estar preparados para ello

[cm_ad_changer campaign_id=»1″]

  • Inversión económica: el dinero es una razón muy potente para que pacientes que solicitaron cita finalmente no acudan. Hay una oferta amplísima de psicólogos, y en ocasiones esto puede confundirles sobre quién será la mejor elección para ellos. Les preocupa hacer una mala inversión por no estar seguros de si el/la psicólogo/a que han elegido es el adecuado. A veces esta preocupación es suficiente para que no acudan. Sabemos que el servicio de psicología no es un servicio “económico”. Una de las razones por las que no es económico es la alta responsabilidad que tenemos como profesionales en la vida y decisiones de la persona que nos elige como su terapeuta. Un buen psicólogo no sólo trabaja durante la sesión con el paciente delante, sino que investiga, reflexiona y desarrolla nuevas estrategias fuera de las sesiones durante horas para ayudarle a conseguir sus objetivos.
  • Miedo a lo desconocido: qué le voy a contar?, cómo me voy a sentir ahí dentro?, cómo voy a contarle a una persona que no conozco de nada cosas íntimas?, son preguntas muy típicas cuando estamos indecisos con respecto a si acudir o no a terapia. No saber qué pasará dentro de la consulta en ocasiones provoca angustia a los pacientes, por lo que deciden directamente no exponerse a esa incertidumbre.
  • Preocupación por lo que pueda pensar el psicólogo cuando exponga su problema. Frases como “vas a pensar que estoy loco”, “¿cómo puedo pensar así?”, “hay que ser tonto para plantearme estas cosas”… en la consulta las he oído infinidad de veces. Los psicólogos no estamos para juzgaros, sino para ayudaros. Nuestra actitud empática, abierta y tolerante fluye en nuestra sangre, es parte de nosotros y de nuestro trabajo. Si en una cita con tu psicólogo, alguna vez te sientes juzgado, CAMBIA DE PSICÓLOGO!
  • En el caso de las terapias de pareja, muchas veces sucede que uno de los miembros está muy convencido de acudir, pero el otro no, y se produce tensión por lo que acaban decidiendo no acudir. En estas ocasiones, a veces resulta muy efectivo que acuda la parte más convencida, y empiece una terapia individual. El o la psicóloga le dará pautas para ayudarle a manejar esta situación de forma que el otro miembro se anime a comenzar la terapia de pareja.
  • En ocasiones a los pacientes se les olvida o les surge un imprevisto: A quién no  le ha olvidado alguna vez que tenía cita en el dentista, o en la peluquería?… Somos humanos, nos olvidamos de muchas cosas. No pasa nada, no siempre estamos atentos a todo lo que nos rodea. Es algo natural y normal =)

En Psicólogos Majadahonda, cuando nos ocurre esto (que un paciente que ha pedido cita no acude) nos sabe mal porque nos preocupa no poder prestarle la ayuda que necesita.

Si en alguna ocasión te ocurre algo de esto, piensa que no es nuestro trabajo juzgar, sino comprender, y que nuestro principal objetivo es ayudarte, por lo que no tengas reparo en volver a pedir una cita. La idea es que te sientas mejor =)

Un abrazo!

[cm_ad_changer campaign_id=»2″]

La procrastinación: Dejar para mañana lo que podemos hacer hoy

Según la RAE (Real Academia Española) la Porcrastinación es la tendencia y el resultado de procrastinar, es decir, de demorar, retardar o retrasar algo. Es decir, la procrastinación es el acto de retrasar una tarea, sea cual sea, por hacer algo más agradable o menos importante que la tarea en sí.

¿Quién no ha procrastinado alguna vez? “mañana empiezo la dieta”, “esta semana voy al gimnasio”, “hoy empiezo a leer ese libro”… (podríamos poner infinidad de ejemplos. Admitámoslo, lo hacemos casi a diario, la diferencia es que algunos lo hacen con mucha más frecuencia y a su vez con tareas consideradas RELEVANTES.

Pero… ¿por qué lo hacemos?, y ¿cuáles son las consecuencia de procrastinar?

Se podría decir que es por pereza o vaguería, ¿verdad? Pues es mucho más complicado que esto. Hay una razón fisiológica que explica por qué lo hacemos: el sistema límbico es quien controla el llamado “sistema de recompensa” que está muy ligado a las necesidades básicas: es el que hará que nos sintamos muy recompensados al encontrar un lugar donde haya comida cuando hemos estado demasiado tiempo sin comer, y nos hará sentir bien cuando conectamos de forma positiva con alguien amistoso. En el caso de la procrastinación, el sistema límbico nos va a “recompensar” (o “gratificar”) cuando realicemos una tarea que nos guste más o que sea menos desagradable.

[cm_ad_changer campaign_id=»1″]

Cuando empezar la dieta no es una tarea agradable para mí, y en cambio, me como una hamburguesa del Mc Donalds, el sistema límbico me está “recompensando” liberando un potente neurotransmisor: la dopamina, que regula la motivación y el deseo y hace que repitamos conductas que nos proporcionan placer. Lo que quiere decir, que la probabilidad de que cuando en el futuro me vuelva a plantear hacer dieta, en lugar de empezarla vuelva a comerme una hamburguesa.
Por esto, procrastinar es una conducta tan frecuente en los seres humanos (se han realizado varios estudios con animales y se ha encontrado que los animales no procrastinan, es un acto puramente humano)

Procrastinar, como bien sabemos, puede traer consecuencias muy negativas: estrés, ansiedad, baja productividad, problemas de autoestima, tristeza, acumulación de trabajo, y un laaaargo etcétera. No me voy a detener en las consecuencias porque ahora de lo que quiero hablaros es de cómo hacer para evitar procrastinar:

– Piensa en las consecuencias que puede traerte procrastinar:

Si eres realmente consciente de las consecuencias negativas que puede traerte posponer una tarea será más fácil dejar de hacerlo. Piensa en la posibilidad de suspender el examen, o de las consecuencias sobre tu cuerpo si no empiezas la dieta que te has propuesto, VISUALIZA LAS CONSECUENCIAS.

– Añade a esa tarea que no quieres hacer o no te resulta agradable una actividad que si te guste:

Por ejemplo, una buena sesión de tu música favorita, o acompañando la tarea con una rica taza de té

– Divide la tarea y ponte pequeñas metas:

Ir paso a paso, pensando primero en una parte de la tarea y luego en las otras hará que evitemos sentirnos angustiados por todo lo que nos queda

– Piensa en una mejor organización de tu tiempo:

En un calendario anota los horarios y proponte cumplirlos, ponte alarmas en el móvil si es necesario, y si un día fallas permítete retomarlo al día siguiente sin culpabilizarte pero sin abandonar la tarea del todo.

– Evita las distracciones:

Estudiar con el móvil al lado es definitivamente una mala idea, solo hará que tengas más tentaciones de mirarlo para ver “cómo va el mundo”. Cualquier distracción retrasará la tarea y habrá mayor riesgo de que la pospongas.

– Prémiate!

Concédete premios cada vez que hayas conseguido realizar una parte de la tarea (no sólo cuando esté terminada), esto hará que tu motivación cada vez sea más alta y te resulte más sencillo terminar lo que has empezado.

[cm_ad_changer campaign_id=»2″]

Autoestima

La autoestima es la valoración positiva o negativa que tenemos de nosotros mismos en función de nuestros pensamientos, sentimientos y experiencias que fuimos teniendo a lo largo de nuestras vidas. Se trata de cómo nos valoramos, y no siempre se ajusta a la realidad de cada uno.

Lo ideal es tener una autoestima adecuada y realista a lo que verdaderamente somos. Las personas con autoestima alta, también llamada autoestima positiva,  son aquellas que confían mucho en sus capacidades, y por ende pueden tomar decisiones y asumir riesgos en la vida con una alta expectativa de éxito. Todo lo contrario pasa con una autoestima baja, ya que son personas que no pueden probar cosas nuevas, que no tienen confianza en sí mismos, y por lo tanto, tienen miedo al cambio.

[cm_ad_changer campaign_id=»1″]

La autoestima negativa o la falta de confianza en uno mismo lleva a problemas tanto laborales, familiares y sentimentales. Es por esto que es muy importante poder tener una autoestima adecuada.

Los problemas de autoestima aparecen día a día, por lo que resulta muy transcendental subir nuestra autoestima, confiar más en lo que somos capaces, y querernos y valorarnos a nosotros mismos.

Del mismo modo que alimentamos nuestro cuerpo día a día, deberíamos alimentar el amor hacia nosotros mismos.

Por consiguiente, para poder tener una autoestima positiva es importante: Identificar los miedos, ser optimista, usar afirmaciones, reconocer nuestras fortalezas y debilidades, aprender a quererse tal como eres, ponerse metas realistas, aceptarse a uno mismo.

Recuerda que hay solo una persona capaz de cambiar tu vida, y esa eres TÚ!!!

[cm_ad_changer campaign_id=»2″]