Las 7 reglas básicas para aprender a escuchar

La importancia de aprender a escuchar

Gran parte de los errores que cometemos en nuestra vida podrían evitarse aprendiendo a escuchar. Estamos acostumbrados a interpretar conductas en lugar de observar, escuchar y entender.

Aprender a escuchar es fundamental para mantener cualquier tipo de relación, ya sea de amistad, laboral, familiar o sentimental. No puede existir una buena comunicación si no sabemos escuchar.

Las 7 reglas básicas para desarrollar habilidades de escucha

A continuación, te presentamos las 7 reglas clave para mejorar tus habilidades de escucha y fortalecer tus relaciones:

1. Prestar atención

En primer lugar, debemos estar concentrados en la situación que está teniendo lugar. Para ello, es fundamental centrar nuestra atención en el momento presente y en la persona que tenemos delante.

Muchas veces intentamos mantener conversaciones en un estado mental poco adecuado: muy alterados, cansados o distraídos con elementos externos como el móvil, la televisión o incluso nuestras propias preocupaciones.

Estas distracciones dificultan nuestra capacidad de escuchar y aumentan el riesgo de malinterpretar o perder detalles importantes del mensaje.

2. No interrumpir

Interrumpir a alguien mientras habla es una práctica molesta y contraproducente. Escuchar correctamente implica esperar a que la otra persona termine de hablar antes de dar nuestro punto de vista.

Esta actitud no solo permite entender mejor su postura y elaborar mejores respuestas, sino que también genera en el interlocutor una sensación de ser escuchado, evitando que adopte una postura defensiva.

3. Mirar a los ojos

El contacto visual es un aspecto crucial de la comunicación. No mirar a los ojos puede transmitir desinterés o aburrimiento.

Mantener contacto visual durante una conversación demuestra atención e interés en lo que la otra persona está diciendo, mejorando la conexión y el entendimiento mutuo.

4. Tener en cuenta otros puntos de vista

Escuchar activamente requiere entender que cada persona tiene su propio punto de vista, que puede ser diferente al nuestro.

Es común creer que tenemos razón en una conversación o discusión, ignorando el punto de vista del otro. Sin embargo, es esencial analizar sus argumentos con apertura y empatía, en lugar de menospreciarlos o intentar imponer nuestras ideas.

5. Demostrar que estás escuchando

Un buen oyente muestra interés tanto verbal como no verbalmente. Esto se puede hacer utilizando expresiones como “de acuerdo”, “te sigo” o “uhumm”, y adoptando una postura corporal abierta.

Además, reflexionar sobre lo que nos están diciendo y validar las emociones del interlocutor con frases como:

“Entiendo que eso te debe resultar muy molesto”.
“Imagino que algo así te hará sentir muy nervioso”.
“Creo que has debido tener una experiencia muy buena”.

6. Entender y no juzgar

No basta con escuchar; también es importante que la otra persona se sienta entendida. Esto implica interesarnos genuinamente por lo que nos dice, hacer preguntas para profundizar y demostrar disposición para comprender su situación.

Juzgar al otro, en cambio, puede generar reacciones defensivas y romper la comunicación. Además, las conclusiones precipitadas pueden ser injustas, ya que no siempre conocemos todos los detalles que influyen en el comportamiento de alguien.

7. Tener en cuenta el entorno

El entorno en el que ocurre una conversación influye significativamente en la calidad de la comunicación. Un lugar con distracciones como el ruido, la televisión o interrupciones puede dificultar el enfoque y romper el “hilo” de la conversación.

Por ello, es importante elegir un entorno adecuado, libre de elementos que puedan interferir, para garantizar una escucha activa y productiva.