La importancia de los vínculos
El término «vínculo» es conceptualizado por Pichon-Riviere como la forma en que una persona se relaciona con las demás, estableciendo una estructura relacional entre ambos comunicantes que va a ser única entre ellos dos.
El vínculo es un elemento fundamental para la supervivencia y la adaptación al medio tanto social como natural, dado que permite influir en el medio a la vez que se es influido por este. La existencia de vínculos se debe principalmente a la capacidad de comunicación, a través de la cual establecemos contacto con otros y aprendemos en base a las consecuencias de nuestras conductas sobre ellos.
En la vida tenemos muchas relaciones, algunas de ellas con buenos amigos, con nuestra pareja, conocidos, compañeros de trabajo o de Universidad… En todas ellas establecemos un vínculo emocional con esas personas, de forma que nuestra relación con ellas puede ser más o menos profunda.
Cualquier relación nos ayuda a vivir, a ser nosotros mismos y a crecer como personas. Tanto las buenas como las malas relaciones nos permiten formar nuestra forma de ser, desde los amigos y compañeros.
De todas estas relaciones, a veces conoces algunas personas con las que desde un primer momento vemos que encajamos a la perfección. Nuestras aficiones y nuestros gustos son complementarios, algo que nos permite compartir muchos momentos y muchas experiencias juntos.
Sin embargo, en muchas otras ocasiones tenemos que relacionarnos con personas con las que no encajamos tan bien, ya sea por motivos de trabajo o porque están en un mismo grupo de personas y también tenemos que convivir con ellas. En esos casos la relación acostumbra a ser más complicada, pero debemos aprender a relacionarnos con esas personas para construir un vínculo mejor.
Relacionarse no siempre es fácil, así que es importante saber gestionar las emociones personales y saber ver cómo encajar con el resto de personas. Aun así, si la relación no es imprescindible, siempre podemos decidir acabar con el vínculo y buscar otros vínculos mejores con otras personas.
Un conocido cuento infantil narra la historia de un elefante criado en un circo. De chiquito, le habían atado una de sus patas con una pequeña cadena clavada en el suelo. El elefantito hizo lo imposible por librarse de esa cadena, sin lograr ningún resultado. Pero ya de grande, con una fuerza descomunal y un tamaño deslumbrante, aún seguía obedeciendo a los adiestradores de ese circo del que no puede escapar… por culpa de esa misma pequeña cadena que podría romper sin dificultad, si tan sólo se lo propusiera. ¿Por qué no se escapa? Este elefante tan poderoso cree que no puede. Recuerda la impotencia que le dio esa cadena en su infancia, y se resignó. Nunca más se cuestionó si sería capaz de lograrlo.
Esta fábula tiene íntima relación con uno de los factores que más entorpece nuestra capacidad de generar vínculos sanos: se trata de nuestras propias limitaciones. De chicos hemos oído miles de veces frases como “No sos bueno para las matemáticas”, o “Lo tuyo no es el deporte”. Esas sentencias de los demás se grabaron muy profundo en nuestra conciencia, hasta llegar a convencernos de que realmente no podemos hacer tal o cual cosa.
A esto nos referimos con las señales de reconocimiento nocivas. Son esos juicios de valor negativos que recibimos y que condicionaron nuestra conducta. Pero así como el elefante puede decidirse a cambiar y romper esas cadenas, nosotros podemos revertir aquellas señales, mejorar nuestra visión de nosotros mismos y, así, establecer nuevas relaciones.
En Psicólogos Majadahonda estamos para ayudarte, por lo que si necesitas algún tipo de atención no dudes en contactarnos.