¿Cuándo la ansiedad se vuelve patológica?

¿Cuándo la ansiedad se vuelve patológica?

Todos en un momento puntual podemos sufrir ansiedad. La ansiedad es una reacción emocional que surge ante la percepción, por parte de la persona, de una amenaza o peligro. Por ejemplo, ante un ruido intenso e inesperado (como puede ser una explosión), se produce una respuesta de ansiedad de forma automática, que prepara a la persona para la huida.

La ansiedad es un mecanismo de supervivencia básico de la condición humana. Es un proceso que experimentamos todas las personas. Sirve como mecanismo de vigilancia  para alertar de las amenazas y peligros, por lo que desempeña un papel protector en la preservación del individuo. Es un mecanismo de supervivencia que nos prepara para la lucha o la huida en presencia de amenazas potencialmente peligrosas.

Cuando sentimos ansiedad, nuestro cuerpo genera una serie de cambios fisiológicos para enfrentarlos a la amenaza o huir de ella, de esta manera nuestra respiración se agita para tener un mayor aporte de oxigeno y nuestro corazón se acelera bombeando más rápidamente la sangre cargada con este oxígeno. Nuestros músculos se tensan para poder tener el tomo muscular necesario para luchar o huir. Nuestros umbrales de atención disminuyen siendo más conscientes del entorno y sus cambios.

Desde este punto de vista, la ansiedad tiene toda su razón de ser como mecanismo de supervivencia y no contar con ella podría suponer un serio riesgo para la integridad y la vida. Sin embargo, este mecanismo no solo se pone en funcionamiento con amenazas reales sino también con amenazas percibidas y es ahí donde comienza el problema.

Es complicado delimitar la ansiedad adaptativa de la patológica, pero existen algunos aspectos que las diferencian:

La ansiedad normal son episodios poco frecuentes, con una intensidad leve o media y con una duración limitada. La reacción ante la situación o estímulo causante es esperable y común a la de otras personas. Además, el grado de sufrimiento es limitado y transitorio. Y por último, no interfiere apenas en la vida cotidiana.

La ansiedad patológica son episodios repetidos, de una intensidad alta y una duración prolongada. La reacción a la situación o estímulo causante es desproporcionada. El grado de sufrimiento es alto y duradero. Y por último, interfiere mucho en la vida cotidiana de la persona.

También, hay otra característica propia de la ansiedad patológica que es su componente anticipatorio, esto supone que no es necesaria la presencia de aquello que nos genera ansiedad para experimentarla, con solo pensar en ello se disparan todos los procesos que conlleva este mecanismo.

Si está interesado en conocer más sobre la ansiedad o cree que puede tener algún problema en su manejo, no dude en consultar en Psicólogos Majadahonda.

 

Cita
"Aunque nadie puede volver atrás y hacer un nuevo comienzo, cualquiera puede comenzar ahora y hacer un nuevo final." — Carl Bardn

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