¿Qué hago ante los ataques de ansiedad?

¿Qué son los ataques de pánico?

Los ataques de pánico, también conocidos como crisis de ansiedad, son una reacción emocional de intensa ansiedad y de breve duración que se acompañan de síntomas físicos, como las palpitaciones, sudoración, sensación de ahogo, mareos, miedo a volverse loco o incluso miedo a morir. Son muy perturbadores y aterradores porque se tiene la sensación de que realmente se está inmerso en un grave peligro.

Uno de cada cuatro o cinco personas que sufren un ataque de pánico llega a desarrollar un trastorno de pánico con o sin agorafobia. Por ello, recibir un tratamiento psicológico es fundamental para poder prevenirlo, especialmente en aquellos casos en los que estos ataques están interfiriendo notablemente en nuestra vida cotidiana.

Esta reacción de extrema ansiedad suele iniciarse de forma esperada, ante situaciones que nos generan malestar, pero también es frecuente que aparezcan de manera inesperada. Su inicio es súbito, alcanzando su máxima intensidad en pocos minutos. La duración de los ataques depende de la persona pero acostumbran a durar entre 10 y 50 minutos.

¿Cuáles son los síntomas de un ataque de pánico?

  • Palpitaciones, sacudidas del corazón y elevación de la frecuencia cardiaca
  • Sudoración
  • Temblores o sacudidas
  • Dolor de cabeza
  • Sensación de ahogo o falta de aliento
  • Sensación de atragantarse
  • Opresión o malestar torácico
  • Náuseas o molestias abdominales
  • Inestabilidad, mareo o desmayo
  • Miedo a perder el control o volverse loco
  • Miedo a morir
  • Parestesias
  • Escalofríos o sofocaciones

¿Cómo se producen los ataques de pánico?

Los ataques de pánico se producen en el momento en que aparece una situación que se percibe como amenazante, por ejemplo, tener que hablar en público. Seguidamente, al sentir que estamos ante una situación peligrosa para nosotros, es normal que podamos experimentar ciertos síntomas de ansiedad como forma adaptativa de afrontar la situación.

Sin embargo, la dificultad ocurre cuando aumentamos notablemente nuestra atención sobre estas reacciones de ansiedad, llegando a interpretarlas de manera catastrofista y peligrosa. A consecuencia, nuestra percepción de amenaza es cada vez más elevada, con lo que nuestras sensaciones emocionales y fisiológicas también aumentan, llegando a causar un ataque de pánico.

Como forma de prevenir todo el malestar que este proceso puede causarnos, se pueden manifestar conductas de evitación, por ejemplo, evitar exponerse ante situaciones en las que se tenga que hablar en público, entre otras. ¿Te ha ocurrido alguna vez?  

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¿Qué puedo hacer ante un ataque de pánico?

  1. Comprender en que consiste la ansiedad. La ansiedad es una reacción emocional ante situaciones que percibimos como peligrosas. Todos hemos experimentado ansiedad en alguna ocasión debido a que nos ayuda a afrontar posibles amenazas. La dificultad proviene cuando es muy intensa, perturbadora e interfiere en nuestra vida cotidiana.
  • Entender que todas las sensaciones que se experimentan generan mucho malestar y son desagradables pero no son peligrosas, no vamos a morir por ello ni nos vamos a volver locos.
  • Dirigir nuestra atención a situaciones externas y disminuir la atención que estamos prestando a todas las sensaciones emocionales y físicas. Por ejemplo, “voy a centrarme en contar cuantos coches rojos pasan en lugar de estar vigilante a las palpitaciones que estoy teniendo”.
  • Evaluar los pensamientos que hay detrás de un ataque de pánico, por ejemplo, ¿dónde está el miedo?, ¿realmente es tan grave?, ¿qué pasaría si ocurriera?, etc.
  • Utilizar técnicas de respiración para aprender a respirar de manera profunda, lenta y disminuir los niveles de activación autónoma.
  • Practicar yoga o Mindfulness diariamente.
  • Enfocarse en el presente y en aquello que puedo hacer aquí y ahora.

En Psicólogos Majadahonda comprendemos el malestar y sufrimiento que pueden llegar a generar estos ataques de pánico. Por este motivo, es fundamental trabajar sobre los síntomas de la persona, pero también sobre aquello que está generando y manteniendo el problema.

Para poder ofrecer un tratamiento psicológico adecuado a todos nuestros pacientes, nos centramos en valorar la situación de cada persona de manera individualizada, con la finalidad de conocer y comprender sus necesidades específicas, para mejorar su bienestar emocional y su calidad de vida lo más rápidamente posible.

En Psicólogos Majadahonda podemos ayudarte, ¡no estás solo/a!

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Mi pareja tiene depresión

Las relaciones necesitan tiempo y dedicación, y en las que hay un miembro deprimido requieren incluso más de lo normal. Sea cual sea el motivo, si quieres ayudar a tu cónyuge porque está deprimido, debes trabajar de manera constante en la relación y en ti mismo para mantener tu pareja sana.

Tratar con una pareja con depresión puede ser un gran desafío. Dependiendo del día, tu pareja es feliz y productiva, y otras veces se le cae el mundo encima y no es capaz de afrontar su día a día ni sus responsabilidades. Debes tener en cuenta que tu pareja está sufriendo y, como resultado, tu matrimonio ahora está lleno de tensión y momentos complicados. La depresión es un trastorno de salud mental muy grave, especialmente cuando es crónica y no se debe a circunstancias como la muerte de un ser querido o la pérdida de un trabajo. Los hombres y las mujeres muestran los signos de la depresión de manera diferente, y es fundamental que aprendas a reconocer estos signos en tu pareja para que pueda alentarte a obtener la ayuda que necesitáis.

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Las parejas en los que uno de los miembros tiene depresión tienen casi diez veces más probabilidades de terminar en separación o divorcio según el caso, pero no hay que pensar que tu pareja está destinada al fracaso solo porque uno de de los dos tiene depresión y está intentando salir de ella. Puedes volver a tener una pareja feliz y satisfactoria con tu compañero. Cuando aprendas a ayudar a un cónyuge deprimido, puedes pasar de vivir en un estado de frustración constante a mantener tu pareja viva y con ilusiones.

Muéstrale tu apoyo, pero no la agobies

Cualquiera que sea la causa de la depresión de tu pareja, es fundamental que le hagas saber que estás ahí para ayudarla. Debes ser paciente con tu cónyuge mientras atraviesa ese mal momento y demostrarle que lo único que quieres es que volváis a ser una pareja feliz. Puede que la causa de la depresión no se conozca por completo, los profesionales de la psicología y los médicos de salud mental creen que la depresión puede ser resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales y psicológicos. Es decir, podría ser que tu marido o esposa esté deprimido por factores genéticos o podría estar reaccionando al trauma o un período difícil por el que está pasando.

Si sospechas de que tu pareja está deprimida, habla con ella o con él sobre cómo se siente, pero ten en cuenta que su depresión puede impedir que se abra a comunicarse. Asegúrate de usar un tono cariñoso cuando intentes preguntarle por lo que está pasando. ¿Está saturada en el trabajo o con las tareas del hogar? ¿Hay algún otro factor que pueda estar causándole ese estado? ¿Es demasiado perfeccionista con sus cosas? Puede haber muchas razones por las que tu pareja tenga una depresión. Habla con él o ella con franqueza sobre lo que está pasando y ayúdala a sentir que no está solo en la situación. Deja que hable para desahogarse y no juzgues lo que pueda estar sintiendo o no. Si no está preparado para hablar, no le presiones demasiado. Espera unos días, dale tiempo.

En Psicólogos Majadahonda somos especialistas en terapia de pareja y podemos ayudaros a tí y a tu cónyuge si alguno de los dos tiene depresión. Sin duda con la ayuda adecuada, volveréis a ser una pareja fuerte y feliz

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Cómo superar una crisis de pareja tras una infidelidad

Una infidelidad puede romper incluso la relación más fuerte, dejando atrás sentimientos de traición, tristeza, culpa, incertidumbre e ira. Para las parejas que se enfrentan a una infidelidad en su relación, puede ser extremadamente difícil perdonar y superar. Aun así, es posible superar esta crisis de pareja. Las parejas que son capaces de dejar atrás el dolor y la traición resurgir como una pareja más fuerte y unida.

Cómo superar una infidelidad

Lamentablemente, para muchas parejas, el peso de una aventura puede resultar demasiado grande para superarlo. El efecto de la infidelidad puede ser devastador en una relación y en muchos casos supone una ruptura debido al dolor que causa. Aprender a comunicarnos con nuestra pareja es un primer paso para superar el dolor de una aventura.

Es normal que una vez que se descubre una aventura, la parte engañada intente entender por qué ocurrió, si hubo señales, lo que debería haber hecho de manera diferente, etc. Hay muchas razones diferentes por las que alguien podría tener una aventura, razones que pueden no ser fáciles de resolver. A veces es simplemente un caso de falta de juicio o un impulso: una persona puede sentirse satisfecha con su pareja, pero una noche fuera de casa, con un par de copas llega a cometer infidelidad sin pensar las consecuencias de ello. Esto suele ser una búsqueda de una conexión emocional: querer que alguien le preste atención, la necesidad de que alguien se sienta atraído por él o ella.

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La infidelidad es una herida fuerte, pero puede curarse

Superar una ruptura de pareja después de la infidelidad puede parecer complicado, pero es posible. La pareja debe examinar el papel que cada uno tuvo en esa aventura. Puede llegar a ser difícil, ya que la persona engañada tiene dificultades para observar cuál fue su papel en esta situación. Es cierto que el que engaña es el responsable, pero hay que examinar los roles de cada uno y esto se puede hacer mediante la terapia de pareja. Por otro lado, el que cometió infidelidad debe estar dispuesto a hablar de lo que pasó si su pareja quiere hacerlo.

Las infidelidades son capaces de romper una pareja, entorpecer la comunicación y destruir la confianza. Los problemas de confianza pueden ser muy grandes después de una aventura y la persona que engañó tiene que estar dispuesta a ser responsable de esa situación, aunque piense que eso puede ser injusto. Tiene que haber voluntad de compromiso sobre el futuro, de que no se vuelva a repetir la infidelidad. 

En cuanto a seguir adelante con la relación después de la aventura, ambas personas deben asumir la responsabilidad de reconstruir la confianza, mejorar la comunicación, crear barreras en torno a su relación y mejorar la intimidad.

Superar la infidelidad es posible. Lo que puede hacer la persona que ha engañado para ayudar a su pareja es:

• Hablar abierta y honestamente sobre la aventura con su pareja (no hace falta entrar en todo lujo de detalles, pero sí dar información para que la otra persona no «investigue compulsivamente» o intente completar la información a través de la imaginación o la fantasía

• Disculparse por el dolor causado las veces que sean necesarias
• Responder preguntas de su cónyuge sobre la aventura
• Dar tiempo a la pareja para que asuma lo ocurrido
• Comprender que se ha roto la confianza en la relación
• Crear un nuevo significado de intimidad en la pareja
• Crear nuevas reglas
• No tener más contacto con la persona involucrada en la aventura

• Evitar culpar a la persona con la que engañó
• Tener en cuenta su papel en la aventura y hacerse responsable

La persona engañada puede superar la infidelidad intentando:

• Evitar juzgar demasiado rápido
• Perdonar a la pareja, independientemente de si decide romper o no
• Establecer nuevas reglas en la relación
• Hablar de la aventura a amigos de confianza y familiares de modo constructivo
• Evitar echar la culpa a la persona con la que se cometió infidelidad
• Evitar compararse con esta persona
• Comprender su papel en la aventura
• Redefinir la intimidad sexual
• Evitar los pensamientos de venganza
• Anticipar la ruptura
• Estar dispuesto a ir a terapia

La mejor manera de dejar atrás una infidelidad y salir fortalecidos de la situación es recibir terapia de pareja. En nuestro centro de terapia de parejas en Majadahonda ayudamos a las parejas a hablar sobre su relación y la infidelidad en un entorno seguro para poder solucionar sus problemas.

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Disnea por Ansiedad

Los desencadenantes e indicios de la ansiedad varían bastante de un individuo a otro, pero bastante gente experimenta dificultad para respirar cuando tiene ansiedad.
Este es un síntoma habitual de ansiedad, puede ser alarmante, pero en realidad es inofensivo. Va a desaparecer cuando la ansiedad desaparezca.

¿La ansiedad provoca disnea?

La carencia de aire puede dar lugar a que una persona se sienta con más ansiedad de lo normal. Algunos pueden dudar de que tienen un problema respiratorio o cardíaco, cuando realmente están notando un síntoma de ansiedad.
La relación entre la ansiedad y la dificultad para respirar, es denominada disnea. Algunos lo llaman disnea suspirosa

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¿Cuál es la relación entre la Ansiedad y la Disnea?

Cuando un individuo se siente ansioso, suele estar inquieto, cansado, irritable distraído. En algunas ocasiones, la ansiedad está relacionada con indicios semejantes al pánico, que pueden incluir:

  • Sensación de falta de aire
  • Aumento de pulsaciones
  • Transpiración
  • Dolor en el pecho
  • Actitud negativa


La ansiedad y el pánico se asocian con el miedo. Puede llevar a cambios fisiológicos y acciones que la persona en cuestión considera como protección a amenazas o peligros
El cerebro humano está diseñado para responder al miedo con una lucha o una huida. Un ejemplo es el aumento de pulsaciones, que aumenta para bombear sangre de manera más rápida, lo que prepara a los músculos para moverse con más agilidad ante un posible peligro. Cuando se tiene respiración acelerada, es para otorgar más oxígeno a los músculos.
Cuando una persona acude al especialista con estos síntomas, primero descarta problemas físicos, como dificultades respiratorias o inconvenientes cardíacos.
Casi todo el mundo se siente ansioso a veces, pero para varias personas, la ansiedad es parte de la vida cotidiana. Esto puede acentuarse en situaciones como la que vivimos actualmente debido a la crisis del Covid 19.

¿Cómo saber si es Ansiedad u otra cosa?

Si la causa es la ansiedad o el pánico, el psicólogo puede ayudar al paciente con terapia y técnicas de respiración y relajación.
En casos más graves o de ansiedad más fuerte, un médico puede recomendar medicación para disminuir la intensidad.

Si los síntomas son muy acentuados, puede ser difícil saber si se trata de ansiedad u otro problema. En este caso el psicólogo o el médico serán los encargados de dar un diagnóstico.

En psicólogos Majadahonda, disponemos de especialistas en psicología que te ayudarán con tus problemas de ansiedad, así mismo, también contamos con un médico psiquiatra que nos ayudará a determinar si es necesaria medicación o es suficiente con terapia.

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Los celos patológicos ¿qué son?

Todos hemos sentido celos alguna vez, es una reacción normal cuando tenemos miedo de perder a alguien o cuando vemos amenazada nuestra relación pero ¿en qué momento podemos considerar que alguien tiene celos patológicos?

¿Cuándo hablamos de celos patológicos?

Los celos patológicos son un trastorno que incita a la persona que los sufre a pensar en todo momento que su pareja le es infiel. No necesitan un motivo para ello, simplemente viven convencidos de esa idea. Esta patología también es comúnmente conocida como Síndrome de Otelo.

Una persona que es celosa patológica no necesita ninguna evidencia de infidelidad, se cree que es «el dueño» de su pareja y vive obsesionada por vigilar, controlar y seguir a dicha persona con el objetivo de descubrir esas infidelidades que están en su imaginación.

Un ejemplo común en la actualidad es revisar el teléfono móvil de la pareja. Hay personas que viven obsesionadas por encontrar estas «pistas» de infidelidad, y el control a través del teléfono móvil es una de las acciones más frecuentes de estas personas hoy en día.

¿Cómo diferenciar los celos patológicos de los que no lo son?

A diferencia de los celos comunes, los celos patológicos suelen durar años e incluso toda la vida si no se tratan con un profesional. La persona que padece Síndrome de Otelo, están constantemente enfocadas en detalles insignificantes para acusar a su pareja de infidelidades contínuas y no cambian de idea ni siquiera cuando se les muestran pruebas claras de que se están equivocando.

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¿Existe peligro real ante una persona con celos patológicos?

Este síndrome afecta por igual a hombres y mujeres, pero resulta más peligroso cuando son los hombres los que lo padecen. En los casos más agudizados, la persona celosa puede volverse violenta contra su pareja tanto física como psicológicamente. También suelen amenazar con hacerse daño a ellos mismos.

¿Existe solución para los celos patológicos?

Para poder superar este trastorno, es necesario contar con un profesional. Hay ocasiones en las que la persona afectada acude sola a terapia, o incluso con su pareja. Ambas opciones son efectivas, pero tras un primer contacto, será el psicólogo el que decida si es mejor que la persona afectada aborde la terapia sola o en compañía de la pareja que tenga en ese momento. También puede darse el caso de sean necesarias sesiones mixtas, es decir: combinar la terapia individual con la terapia de pareja.

Hay que tener en cuenta que no siempre es tan sencillo que una persona supere el Síndrome de Otelo, ya que muchas veces va asociado a otros trastornos como la esquizofrenia o la bipolaridad. También se ha demostrado una relación entre los celos patológicos y el consumo de ciertas drogas y/o alcohol.

En cualquier caso, será un profesional el que deba indagar para descubrir el origen de esta patología y establecer una terapia adecuada según las necesidades de cada persona.

Si crees que nuestro equipo de profesionales de Psicólogos Majadahonda puede ayudarte a ti o a tu pareja con el trastorno de celos patológicos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros sin compromiso llamándonos o escribiendo por WhatsApp al 652 464 667

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Superar ruptura de pareja

Una de las consultas más recurrentes sin duda en nuestro centro de Psicólogos en Majadahonda es terapia de pareja, sin embargo, también contamos con una gran cantidad de personas que acuden a nuestro centro buscando ayuda psicológica para superar una ruptura de pareja.

Las personas que acuden a terapia para superar este tipo de duelo, suelen hacerlo en un estado de gran tristeza y apatía, muchas veces empujados por la sensación de no saber cómo enfocar su vida sin la persona que estaba a su lado. La sensación de dependencia emocional suele estar muy presente cuando acuden a terapia.

Superar una ruptura es posible, aunque ahora creas que no

Las primeras sesiones de terapia para superar una ruptura de pareja suelen ser para ver en qué estado se encuentra el paciente a nivel emocional y para ir mostrándole el camino y que tome consciencia de que enfocar la vida sin esa persona es posible.

Otro punto muy importante a trabajar es la autoestima del paciente. Tras una ruptura, el autoconcepto de una persona suele estar bastante negativo y hay que procurar que eso cambie para poder seguir trabajando y superar la ruptura de pareja.

No te culpes, ni busques razones

Uno de los errores más recurrentes de las personas que recientemente han sido abandonadas o rechazadas por sus parejas, es buscar un motivo por el que la relación ha llegado a su fin, incluso si eso supone culparse a sí mismas.

Esto es un gran error, todos tenemos defectos y es bueno ser conscientes de ellos para poder corregir ciertas cosas, pero una ruptura no suele darse por un solo motivo. No debemos centrarnos en buscar una razón, sino en aprender de nuestros errores y pasar página

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Lo más importante es querer superar la ruptura de pareja

Puede parecer algo obvio, pero muchas personas se resisten a pasar página y lo único que quieren es volver a su zona de confort que tenían con su ex pareja, fuera como fuere la relación.

Muchas personas tienen miedo a no encontrar otra pareja o a tardar demasiado y que sea tarde para poder tener hijos y formar una familia.

El camino para la superación de una ruptura de pareja, comienza en el momento en el que decides y aceptas por fin que la relación ha terminado. Cuanto antes ocurra esto mejor, ya que en este momento es cuando empieza la verdadera superación de la ruptura de pareja. Si alargamos ese momento, el daño aumenta, es como alargar una agonía propia.

Hay algo muy importante que has de entender: que hayas terminado con tu pareja no significa que hayas perdido el tiempo, ni que hayas desperdiciado años, debes tomarlo como un aprendizaje.

Tengas la edad que tengas, sea el que sea el momento de tu vida, sea cual sea la situación que estás viviendo, superar una ruptura de pareja es posible y más sencillo de lo que imaginas.

Acudir al psicólogo para superar una ruptura

Si decides acudir a terapia para superar un duelo de pareja, puede ser muy sencillo y rápido salir de ese trance de la mano de un profesional. Solo debes dejar que te ayude.

En nuestra consulta a menudo nos encontramos con personas que están dispuestas a pasar página y en apenas unas sesiones ya tienen el alta porque están perfectamente preparados y empoderados para su nueva vida. Luego tenemos el caso contrario en el que las personas llegan en estado de negación y lo único que quieren es volver a la relación anterior porque tienen miedo; en este caso la recuperación es más larga, pero aunque cueste más tiempo, también es posible.

En Psicólogos Majadahonda podemos ayudarte a superar una ruptura de pareja. Si crees que podemos tenderte la mano como profesionales no dudes en llamarnos o escribirnos al WhatsApp 652 464 667 sin compromiso.

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Noticia EuropaPress/20Minutos: «Las nuevas normas en la escuela pueden afectar de manera grave a la estabilidad emocional de los niños»

Compartimos la noticia al completo sobre la entrevista realizada por diversos medios de comunicación a nuestra directora de Psicólogos Majadahonda:

Los psicólogos advierten de que las nuevas normas en la escuela pueden afectar de manera grave a la estabilidad emocional de los niños

Madrid, 27 de agosto de 2020

La comunidad educativa al completo; el profesorado, el alumnado y sus familias, y el resto de personal de los centros, tienen ante sí el desafío de afrontar la vuelta al colegio con la incertidumbre generada por el nuevo escenario que ha dibujado el COVID19. 

Los psicólogos alertan de que, tras muchos meses de desconexión del entorno escolar, el desconocimiento de las nuevas normativas, el miedo, y la necesidad de una readaptación a la «nueva normalidad» pueden generar situaciones de estrés que agraven la salud emocional de los niños y la convivencia familiar.

La psicóloga clínica Julieta Araoz, directora del centro de referencia Psicólogos Majadahonda, en Madrid, analiza dos escenarios posibles. En primer lugar, si se trata de una vuelta totalmente presencial, el alumnado se enfrentará a una nueva realidad desde el primer día, marcada por las medidas de seguridad adoptadas por cada Comunidad Autónoma.

Vuelta a las clases presenciales

En este contexto, muchos niños se verán afectados ante una situación totalmente nueva, pues no será posible que vuelvan a las rutinas a las que están habituados en la escuela. Los alumnos más pequeños tendrán que cumplir con una serie de medidas de higiene, guardar la distancia de seguridad, y no podrán practicar muchos de sus juegos favoritos.

Muchos de ellos, además, tendrán que llevar mascarilla, y toda la situación, en su conjunto, puede afectar a su bienestar emocional, por lo que será fundamental contar con estrategias que puedan ayudarles a gestionar de la mejor manera posible sus emociones.  

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Clases virtuales

El segundo de los escenarios posibles sería la imposibilidad de volver al colegio de manera presencial. El impacto psicológico de esta medida ya pudimos verlo durante el confinamiento provocado por el Estado de Alarma, entre los meses de marzo y junio (dificultades de concentración, problemas de organización y gestión del tiempo, irrritabilidad, cambios comportamentales, intolerancia a la frustración…). Si llegáramos a este punto, resultaría fundamental que, tanto los profesores como las familias, priorizasen la atención a las emociones de los más pequeños de la familia para garantizar su bienestar emocional.   

Cinco medidas clave para una mejor ‘vuelta al cole’

La psicóloga clínica Julieta Araoz propone cinco soluciones para mejorar la adaptación y la salud emocional de los más pequeños en la que será su vuelta al cole más atípica y extraña, debido a las medidas sanitarias y de control a consecuencia del COVID19,  

1. Atención de las familias y del profesorado ante cambios significativos en la motivación, en el ánimo, o en el comportamiento de sus hijos, considerando si fuese necesario acudir a un profesional que pueda apoyar y acompañar a las niñas y niños en el proceso emocional que están viviendo.

2. Las familias deberán explicar a sus hijas e hijos la nueva situación que se van a encontrar, y para ello tendrán que informarse en los colegios para saber cómo van a llevar a cabo la vuelta a las aulas, antes de comenzar las clases. Dar información a los pequeños les ayuda a encontrar seguridad y contención, y les genera una sensación de control mayor a si no disponen de tal información.

3. Las familias pueden buscar apoyo en centros de psicología en los que tengan desarrollado un programa para ayudar a gestionar las dificultades que se están encontrando en la educación de sus hijos y en su relación con ellos.  

4. Sería muy recomendable que los colegios e institutos incorporen en su equipo psicólogos o expertos en educación emocional, teniendo en cuenta el gran impacto que la nueva situación puede tener en la conducta y el estado de ánimo de los niños y adolescentes. En caso de que no lo hiciesen, las familias pueden buscar el apoyo de estos profesionales de manera externa antes de que sea tarde. 5. Petición por parte de las familias, y a través de las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPAS), de programas reglados de educación emocional en los colegios, ya sea a nivel presencial, si se puede, o de modo virtual, si no hubiese otra posibilidad

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Efectos psicológicos de la era COVID-19 en madres y padres.

La pandemia provocada por el Virus COVID-19 ha transformado la forma de vivir que conocíamos. Una vez terminado el confinamiento y las fases de desescalada, la forma en que nos relacionamos con las personas y con nuestro entorno ha cambiado de manera drástica, y nadie duda de los efectos psicológicos que esta “nueva normalidad” dejará en gran parte de la población.

Los efectos del confinamiento ya se han hecho notar entre madres y padres a los que nadie había preparado para convivir 24 horas con sus hijos sin poder salir de casa. Han aflorado los sentimientos de agobio, los cuadros de ansiedad ante la multitud de tareas a realizar de la noche a la mañana, las depresiones asociadas a la falta de ganas de hacer cosas y un bajo estado de ánimo. Si estos estados se han mantenido en el tiempo sin que pudiera ponerse remedio alguno para gestionarlos, han podido derivar en síntomas de estrés agudo, que pueden provocar enfermedades mentales como ansiedad y depresión.

Una vez pasado el confinamiento y la desescalada, los padres nos enfrentamos a una nueva situación que puede resultarnos difícil de gestionar, y que puede derivar también en trastornos psicológicos que hay que vigilar: la incertidumbre sobre la vuelta al cole debido a la tan temida segunda ola que parece que ya está aquí. En este sentido es importante señalar que resulta normal y adaptativo experimentar cierta ansiedad ante la inseguridad que nos provoca no conocer lo que nos sucederá con los colegios en un futuro próximo, o si tendremos que volver a confinarnos o regresar al Estado de Alarma. Pero sobre todo es muy importante que no anticipemos nada de lo que pueda suceder, pues es precisamente eso, la anticipación de situaciones negativas, lo que puede generarnos estrés y ansiedad.

Otro factor importante que debemos tener en cuenta los padres, es que ha cambiado la forma en que manteníamos relaciones sociales antes de la pandemia, y podemos encontrarnos con otros padres que no se comporten igual que lo hacían antes, o que transmitan desconfianza y manifiesten cierto rechazo al acercamiento social. Si generamos sentimientos relacionados con la ira o la frustración ante estas situaciones, estaremos construyendo un muro social que podrá tener consecuencias muy negativas a corto plazo, sin embargo, si cultivamos sentimientos relacionados con la empatía, el no juicio y por qué no, con el cariño, estaremos contribuyendo al bienestar social.

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Por último habría que comentar el desgaste que muchos padres han sufrido durante estos meses debido a varios factores:

  • Multitareas, ejerciendo en ocasiones un solo progenitor de madre, padre, profesor o profesora, ama o amo de casa, atención a sus propios padres, teletrabajo, etc.
  • Pérdida del trabajo.
  • Adaptación a nuevas rutinas.
  • Gestión de su situación laboral en cuanto a solicitud de ayudas, situaciones de ERTES sin pagar, etc.
  • Gestión del tiempo que han pasado con sus hijos: casi medio año con ellos teniendo que organizar sus rutinas, sus juegos, sus tareas escolares, sus comidas, sus ratos de ocio, etc.
  • Imposibilidad de tener vacaciones.

El agotamiento mental producido por todos estos factores ha podido influir en el estado de ánimo de muchos padres y muchas madres, teniendo síntomas de depresión, cambios significativos de carácter, y pérdida de paciencia con los hijos que ha podido generar reacciones desmedidas o inadecuadas, entre otras consecuencias.  

Ante este nuevo panorama, la pregunta es cómo podemos hacer para cuidar y proteger nuestra salud mental, y lo primero que deberíamos hacer es naturalizar todo aquello que estamos experimentando, en el sentido de que resulta normal sentirse angustiado, triste, confuso, agotado, enfadado o asustado ante una crisis de cualquier tipo. Es la manera de canalizar y relacionarnos con estos sentimientos lo que va a permitir que los gestionemos con éxito, o que terminen suponiendo un problema que no seamos capaces de resolver por nosotros mismos. Por eso conviene mantener la calma, tratar de permanecer positivos, tener una serie de rutinas diarias, y junto a ello tener capacidad de resiliencia y ser flexibles para poder adaptarnos a la nueva situación y a lo que está por venir, manteniendo el foco de atención principalmente en lo que está sucediendo y no en lo que está por suceder.

Aunque nos cueste, nos ayudará mucho mantener un estilo de vida saludable que incluya comer sano y de forma equilibrada, hacer ejercicio y dormir bien.

También nos ayudará mantener el contacto con amigos y familiares compartiendo con ellos no solo momentos de ocio, sino también aquellas cuestiones que nos preocupan y que nos inquietan. Siempre es importante y muy enriquecedor contar con diferentes puntos de vista.

Y si sentimos que la situación nos sobrepasa y somos incapaces de hacerle frente, no dudemos en acudir a un profesional sanitario.

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Practicar Mindfulness

Acerca del concepto Mindfulness se han escrito abundantes artículos, casi todos muy buenos y con una información muy completa sobre su significado, sus orígenes, o sus beneficios entre otras cosas. Sin embargo, cuando se trata de leer sobre el proceso que experimenta una persona cuando empieza a practicar mindfulness, encontramos que no hay tanta abundancia de artículos que lo describan.

¿Cómo es empezar a practicar Mindfulness? ¿Cuándo empezamos a notar cómo afecta a nuestra vida cotidiana?

Lo primero que habría que comentar es que para practicar Mindfulness no tenemos que buscar una estancia especial ni crear un entorno ceremonioso encendiendo velas o incienso, aunque no tiene de nada de malo hacerlo, más al contrario crear dicho entorno resulta agradable. Pero no es estrictamente necesario: podemos practicar Mindfulness en cualquier lugar tratando de que sea lo más tranquilo y silencioso posible. Tampoco es necesario adoptar una postura corporal en particular ni practicar en un tipo de asiento determinado. Lo importante es encontrarse cómodo, ya sea sentado o tumbado. La hora del día en la que practiquemos puede ser cualquiera, la que cada persona encuentre como el momento adecuado. En definitiva, lo importante es practicar buscando el contexto que nos resulte más confortable para ello.

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Y ahora que sabemos dónde empezar ¿Cómo lo hacemos?


Hace poco acudió a terapia un hombre de unos 38 años. Este hombre contaba que estando en el parque con su hijo de tres años, se dio cuenta de que algo no iba bien en su interior: Su hijo salió de la zona de los columpios y caminó hacia una pequeña pradera en la que crecían algunos árboles. Entonces el padre empezó a decirle que volviera, que ahí ya no había nada, refiriéndose a que fuera de la zona de los columpios no había nada. Su hijo no hacía caso, corría entusiasmado hacia la pequeña pradera. El padre se iba enojando ante la supuesta desobediencia de su hijo. Pero algo pasó, el niño llegó a la arboleda, recogió algo del suelo, y corrió hacia su padre con la felicidad reflejada en su carita. Había encontrado una castaña, un tesoro para él y para su forma de percibir la vida. El padre fue consciente en aquel momento de que fuera de la zona de columpios había todo un mundo por descubrir, y de que su hijo no le estaba desobedeciendo, simplemente se había ido a explorar. La razón por la que había acudido a consulta era porque en aquel momento de consciencia había tenido la sensación de estar mirando todo lo que había en aquel parque por primera vez, a pesar de haber ido allí un montón de veces, y esa sensación le produjo una tranquilidad que le hizo continuar el día con una actitud que le resultó muy placentera. Lo que quería saber era cómo podía prolongar ese estado en el que se había sentido tan calmado y consciente. Pues bien, esa sensación de bienestar puede prolongarse practicando mindfulness:

Basta con ponerse cómodo, cerrar los ojos (aunque hay gente que practica con los ojos abiertos) y ser consciente de la respiración, observar cómo es el proceso por el cual el aire entra por la nariz y viaja por el aparato respiratorio hasta los pulmones, y como ese aire emprende un viaje de vuelta hasta salir de nuevo por la nariz o por la boca. Al principio cinco minutos pueden ser suficientes. Eso sí, conviene ponerse una alarma, la del móvil por ejemplo, para asegurarnos de que vamos a estar practicando esos cinco minutos, y así además no estamos pendientes de nada excepto de poner toda nuestra atención en la respiración. Cuando empecemos a practicar mindfulness, nos vendrán infinidad de pensamientos, tendremos todo tipo de interferencias en forma de ruido, etc. No pasa nada, solo hay que observarlos, dejarlos pasar sin juzgarlos ni enredarnos en ellos, y volver a poner la atención en la respiración. Pero casi con toda certeza, desde el primer día que practiquemos, apreciaremos un instante en el que no habrá pensamientos, ni ruidos, ni nada, excepto nuestra respiración: estaremos viviendo el presente de forma plena, estaremos en el aquí y en el ahora, sin necesitar nada. A partir de ahí, si seguimos practicando durante las siguientes semanas, experimentaremos como esos momentos de atención plena, esos periodos de tiempo en los que estamos viviendo el momento presente, serán cada vez más prolongados, y como el padre del parque, seremos cada vez más conscientes de todo lo que nos pasa, y podremos por tanto gestionar mucho mejor nuestras emociones y conocernos mejor a nosotros mismos.

En Psicólogos Majadahonda te enseñamos qué es Mindfulness y cómo practicarlo, y para ello hemos elaborado un programa de aprendizaje en el que no solo encontrarás un espacio para aprender a gestionar tus emociones, disminuir la ansiedad, aumentar tu autoestima, mejorar tu rendimiento laboral y/o académico, disminuir el estrés, mejorar tus relaciones personales y tu calidad de vida… Sino que también aprenderás lo fácil que resulta llevar el Mindfulness a tu vida y los muchos beneficios que aporta.

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Pautas para afrontar el Estado de alarma

La crisis sanitaria que atraviesa España en estos momentos tiene y seguirá teniendo consecuencias en la población a todos los niveles. Económica, personal y emocionalmente.

El confinamiento como medida de prevención del coronavirus es el mejor aliado para el contagio, pero no así para la estabilidad emocional de las personas.

Estar encerrados, sin poder salir de casa, sin ver a nuestros amigos, no poder tomarnos un café a media mañana en el bar que nos gusta, no acudir a nuestros puestos de trabajo, o sólo el hecho de pensar en el impacto económico y social que puede tener esta crisis sanitaria  y un largo etcétera, pueden provocar los siguientes síntomas:

  • Nerviosismo, agitación, tensión, con sensación de peligro inminente y/o pánico.
  • No parar de pensar en otra cosa que no sea la enfermedad y las consecuencias que ésta “podría” causar.
  • Preocupación por la posibilidad de enfermar (o de enfermen allegados)
  • Necesidad de estar pendiente constantemente de las noticias y actualizaciones sobre el coronavirus.
  • Dificultad para concentrarse
  • Miedo intenso que le dificulta a la hora de realizar tareas cotidianas
  • Estado de alerta, análisis exhaustivo de las sensaciones corporales, e interpretación de ellas como síntomas de la enfermedad (siendo los signos normales y habituales.
  • Síntomas de aceleración del pulso cardíaco, taquicardias, hiperventilación (respiración muy acelerada), sudoración, hormigueo en extremidades, o temblores
  • Advierte continuamente a sus allegados del grave peligro que implica salir de casa (le cuesta controlar su preocupación)
  • Dificultad para conciliar o mantener el sueño.

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Por ello, si tiene estos síntomas, desde Psicólogos Majadahonda queremos ofreceros unas pautas para combatirlos:

  1. Identificar los pensamientos que te puedan estar generando el malestar (es probable que sean más alarmistas de lo necesario). Contrastarlos con la realidad objetiva
  2. Cuestionar esos pensamientos: busca datos y hechos que provengan de la comunidad científica y de medios oficiales, y descarta toda la información que no provenga de esas fuentes, evitando lo más posible información e imágenes alarmistas. Están circulando muchas noticias falsas, no te dejes llevar por ellas
  3. Acepta y comprende las emociones que estás viviendo: ante una situación tan extraordinaria, reconocer y aceptar las emociones que estás viviendo hará que las vivas con menos intensidad. Es muy recomendable compartir estas emociones con tus allegados y hablar de ellas con normalidad.
  4. Cuidado con la sobreinformación: no leas ni busques constantemente información sobre cuáles son las novedades del Covid-19: esto solo hará que aumente su estado de alerta, y su sensación de riesgo.
  5. Realiza ejercicios de meditación y técnicas de relajación todos los días.
  6. Lleva a cabo los hábitos de higiene y prevención recomendados por las autoridades sanitarias.
  7. Realiza actividad física moderada: puedes aprovechar mientras limpias, mientras juegas con los niños, o montar un gimnasio casero.
  8. Cuando te despiertes, quítate el pijama y ponte ropa de calle
  9. Procura mantener un horario estable para despertarte, ducharte todos los días y hacer las comidas habituales.
  10. Si tienes hijos, comprende que ellos también tienen derecho a agobiarse, aburrirse, y a ponerse nerviosos. Si en estas situaciones pierdes la calma, luego te sentirás mucho más ansioso. Enséñales a respirar con el abdomen, y aprovecha estos momentos para respirar con ellos.

A medida que vayan pasando los días, las reacciones de ansiedad, se irán convirtiendo en reacciones de desánimo y desesperación para muchas personas.

Si esta situación te está desbordando o notas síntomas muy intensos de ansiedad, en Psicólogos Majadahonda seguimos trabajando ofreciendo consultas online. La primera sesión tendrá una duración de 30 minutos y es gratuita. Para las posteriores sesiones, de 1 hora de duración ofrecemos, dada la situación, un 20% de Descuento. Estamos para ayudarte!

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