La adolescencia y el uso de las redes sociales

El uso de las redes sociales a través de los Smartphones está creciendo exponencialmente entre los adolescentes y adultos jóvenes. Han supuesto un gran avance en las nuevas formas de comunicación de hoy en día, pero también es importante tener en cuenta las graves consecuencias que puede tener un mal uso de éstas entre los adolescentes.

Las redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram han cambiado la forma en la que interactuamos con los demás. Suponen un excelente medio de comunicación rápido y efectivo que atrae a los adolecentes y jóvenes, ya que permiten comunicarse y mantener relaciones interpersonales a nivel mundial de forma instantánea.

Los adolecentes son el grupo que más utiliza las redes sociales, ya que se encuentran en una época de grandes cambios biológicos, sociales, cognitivos y emocionales en la que la interacción con los demás y la aprobación de éstos se vuelve más importante. El hecho de ser validado por un grupo es algo esencial en la etapa de la adolescencia, y las redes sociales permiten esa validación de forma continua a través de los “me gusta” y el numero de “seguidores”. Además, se encuentran en una búsqueda continua de sensaciones y emociones nuevas y fuertes.

Las redes sociales también permiten crear un espacio dónde pueden sentirse diferentes y crear una personalidad a su gusto. La creación de una “falsa identidad” en la que se da una imagen que no corresponde con la realidad, supone que la forma en la que se muestra un adolescente en redes sociales muchas veces no es la real, sino cómo le gustaría ser para ser aceptado por el resto.

Asimismo, las redes sociales también proporcionan cierto grado de autonomía e intimidad, algo característico de la adolescencia, ya que es la etapa en la que se pasa de la dependencia a la independencia.

Por otro lado, un mal uso de redes sociales puede estar asociado a ciertas situaciones como una falta de amistades, sentimientos de insatisfacción y miedo a perderse algo. También se utilizan como un método de escape de la vida real de los jóvenes para poder mejorar su estado de ánimo. Eso puede tener graves consecuencias ya que pueden surgir sentimientos de comparación y una búsqueda constante de perfeccionismo que puede desembocar en patologías como depresión o ansiedad.

En conclusión, el uso de las redes sociales es positivo si no afecta de forma negativa al resto de actividades de la vida cotidiana. Es importante aprender a utilizarlas de forma responsable ya que facilitan la confusión entre lo intimo, lo privado y lo público. A estas edades no hay plena consciencia de las consecuencias negativas que puede tener el hecho de colgar cierto contenido, con quien lo comparten o a que información acceden.

Es muy importante que los adolescentes reciban una buena educación por parte de los adultos para aprender a utilizar de forma correcta las redes sociales.

Psicóloga: Arancha Prieto Acebal