Razones por las que en ocasiones los pacientes no acuden a la cita solicitada

Pedir ayuda a un psicólogo no siempre es fácil. Muchas personas se n mal, sepan o no sepan las razones que los lleva a sentirse así, y meditan sobre la posibilidad de acudir a un centro de psicología durante mucho tiempo.

En el momento en el que cogen fuerzas para pedir una cita, hay múltiples factores que pueden llevarles a no acudir a la cita, aún habiéndola solicitado:

  • Miedo al cambio: sabemos que para que nuestro estado de ánimo, o la situación que nos lleva a estar mal cambie, tenemos que tener una “actitud de cambio”. Los psicólogos no tenemos una varita mágica con la que conseguir que en la primera sesión todo sea maravilloso, lo que hacemos es enseñar a nuestros pacientes herramientas que les ayudarán a sentirse mejor, pero sin lugar a dudas, necesitamos de una actitud activa por parte del paciente para poder conseguirlo. Esto, es bien sabido por la mayoría de las personas que deciden acudir a terapia, y en ocasiones, los pacientes no se sienten “preparados” para ello. Uno de los primeros objetivos de los psicólogos es fomentar esa actitud de cambio a través de estrategias bien pensadas y muy trabajadas. No todas las personas que acuden a consulta saben cómo desarrollar esa actitud de cambio, forma parte de nuestro trabajo ayudaros a estar preparados para ello

[cm_ad_changer campaign_id=»1″]

  • Inversión económica: el dinero es una razón muy potente para que pacientes que solicitaron cita finalmente no acudan. Hay una oferta amplísima de psicólogos, y en ocasiones esto puede confundirles sobre quién será la mejor elección para ellos. Les preocupa hacer una mala inversión por no estar seguros de si el/la psicólogo/a que han elegido es el adecuado. A veces esta preocupación es suficiente para que no acudan. Sabemos que el servicio de psicología no es un servicio “económico”. Una de las razones por las que no es económico es la alta responsabilidad que tenemos como profesionales en la vida y decisiones de la persona que nos elige como su terapeuta. Un buen psicólogo no sólo trabaja durante la sesión con el paciente delante, sino que investiga, reflexiona y desarrolla nuevas estrategias fuera de las sesiones durante horas para ayudarle a conseguir sus objetivos.
  • Miedo a lo desconocido: qué le voy a contar?, cómo me voy a sentir ahí dentro?, cómo voy a contarle a una persona que no conozco de nada cosas íntimas?, son preguntas muy típicas cuando estamos indecisos con respecto a si acudir o no a terapia. No saber qué pasará dentro de la consulta en ocasiones provoca angustia a los pacientes, por lo que deciden directamente no exponerse a esa incertidumbre.
  • Preocupación por lo que pueda pensar el psicólogo cuando exponga su problema. Frases como “vas a pensar que estoy loco”, “¿cómo puedo pensar así?”, “hay que ser tonto para plantearme estas cosas”… en la consulta las he oído infinidad de veces. Los psicólogos no estamos para juzgaros, sino para ayudaros. Nuestra actitud empática, abierta y tolerante fluye en nuestra sangre, es parte de nosotros y de nuestro trabajo. Si en una cita con tu psicólogo, alguna vez te sientes juzgado, CAMBIA DE PSICÓLOGO!
  • En el caso de las terapias de pareja, muchas veces sucede que uno de los miembros está muy convencido de acudir, pero el otro no, y se produce tensión por lo que acaban decidiendo no acudir. En estas ocasiones, a veces resulta muy efectivo que acuda la parte más convencida, y empiece una terapia individual. El o la psicóloga le dará pautas para ayudarle a manejar esta situación de forma que el otro miembro se anime a comenzar la terapia de pareja.
  • En ocasiones a los pacientes se les olvida o les surge un imprevisto: A quién no  le ha olvidado alguna vez que tenía cita en el dentista, o en la peluquería?… Somos humanos, nos olvidamos de muchas cosas. No pasa nada, no siempre estamos atentos a todo lo que nos rodea. Es algo natural y normal =)

En Psicólogos Majadahonda, cuando nos ocurre esto (que un paciente que ha pedido cita no acude) nos sabe mal porque nos preocupa no poder prestarle la ayuda que necesita.

Si en alguna ocasión te ocurre algo de esto, piensa que no es nuestro trabajo juzgar, sino comprender, y que nuestro principal objetivo es ayudarte, por lo que no tengas reparo en volver a pedir una cita. La idea es que te sientas mejor =)

Un abrazo!

[cm_ad_changer campaign_id=»2″]

El trastorno más sufrido por los sanitarios en la actualidad: Trastorno adaptativo

Hoy os queremos hablar del “Trastorno adaptativo con síntomas de ansiedad y/o depresión”, debido al alto número de casos que estamos recibiendo en Psicólogos Majadahonda, a causa de la situación actual (confinamiento + crisis sanitaria), especialmente por parte de profesionales de la salud

¿Qué es el Trastorno adaptativo?

Nos encontramos ante un trastorno adaptativo cuando se presenta en el individuo una respuesta fisiológica a causa de situaciones de estrés intenso que implican la aparición de síntomas emocionales, cognitivos o conductuales significativos clínicamente

Los síntomas de los trastornos de adaptación se desarrollan cuando la persona se encuentra en una situación particularmente difícil o en un evento vital estresante al que debe adaptarse, como por ejemplo una pérdida, una relación íntima problemática, un conflicto familiar, una oposición o evaluación académica complicada, un cambio de domicilio no deseado, dificultades financieras, cambio de trabajo, una decepción o un fracaso….o claramente ante una pandemia mundial.

La población que más está sufriendo este tipo de síndrome es la de los sanitarios (médicos, enfermeros, técnicos, auxiliares…), que están haciendo una labor magnífica y admirable por todos nosotros, pero que, desgraciadamente, les está afectando enormemente a su estado psicológico. Son probablemente los más perjudicados en este sentido, ya que están siendo obligados a ejercer su profesión casi sin protección ante el contagio, sufren la pérdida de amigos y compañeros, temen por la salud de sus más allegados (hay sanitarios que viven con sus hijos, y su familia, y nadie les ofrece los medios adecuados para salvaguardar la salud de los mismos), por otro lado, están teniendo un volumen muy alto de trabajo, en situación de estrés continuado., con la presión que esto conlleva.

(No puedo evitar añadir aquí mi opinión personal, a la par que profesional: estamos fragilizando la salud psíquica de los que ahora son nuestros héroes, si no están bien atendidos en lo que respecta a su salud física y psicológica, qué será de ellos y de todos nosotros a corto y medio plazo?).

Los trastornos adaptativos se codifican según la naturaleza de los síntomas predominantes.

  • Trastorno adaptativo con estado de ánimo depresivo.
  • Trastorno adaptativo con ansiedad.
  • Trastorno adaptativo mixto con ansiedad y estado de ánimo depresivo.
  • Trastorno adaptativo con trastorno del comportamiento.
  • Trastorno adaptativo con alteración mixta de las emociones y del comportamiento.

Los que más nos estamos encontrando en la clínica son el trastorno adaptativo con ansiedad, y el trastorno adaptativo mixto (ansiedad y estado de ánimo depresivo).

[cm_ad_changer campaign_id=»1″]

¿Cuáles son los síntomas del Trastorno adaptativo?

  • Bajo estado de ánimo, tristeza, llanto, preocupación, ansiedad, anhedonia (incapacidad para disfrutar de actividades placenteras), apatía, desmotivación, dificultad para respirar (disnea), opresión en el pecho, insomnio y problemas de concentración.
  • Otras manifestaciones comunes son baja autoestima, sentimientos de desesperanza, miedo, sentirse atrapado sin escapatoria, dudas constantes, incapacidad para planear actividades o llevar a cabo con normalidad la rutina diaria, y sentirse solo o sola.
  • En el caso de niños y adolescentes los síntomas del Trastorno Adaptativo son levemente distintos. En lugar de sentirse tristes, algunos niños pueden mostrarse irritables, con problemas para dormir y con un bajo rendimiento académico.

No se han encontrado correlatos físicos específicos para los trastornos de adaptación; no obstante, los pacientes suelen nombrar síntomas como: dolores (especialmente de cabeza, cuello y espalda) o molestias, fatiga, problemas digestivos, de sueño o dermatológicos.

Tratamiento del trastorno adaptativo:

El principal objetivo del tratamiento del Trastorno Adaptativo en Psicólogos Majadahonda es reducir y eliminar los síntomas de modo que la persona pueda recuperar un nivel de funcionamiento normal.

La Terapia Cognitivo Conductual es el tratamiento para los trastornos de adaptación que obtiene mejores resultados basados en técnicas científicas.

Objetivos del tratamiento:

  • Facilitar y apoyar la expresión emocional
  • Entrenamiento en solución de problemas
  • Entrenamiento en técnicas de relajación/respiración. (en los casos en los que sea necesario)
  • Desactivar el discurso sintomático conectando el malestar con los eventos estresantes
  • Comprender y reformular el significado del estresor para el paciente.
  • Elaborar una lista de las consecuencias negativas experimentadas por el paciente y trabajar conjuntamente para reducirlas.
  • Dotar al paciente de habilidades de afrontamiento (autoregulación emocional, evitación de afrontamiento desadaptativo, conducta asertiva, reestructuración cognitiva y autoinstrucciones positivas).
  • Ayudar al paciente a cambiar su interpretación del estresor, realizar ejercicio físico, aprender a relajarse, establecer relaciones, movilizar el apoyo social (no solo aprender a solicitarlo sino a aceptarlo), manejar sus emociones y los estresores mediante la inteligencia emocional.

[cm_ad_changer campaign_id=»2″]

Cómo gestionar la ansiedad

Los síntomas físicos más comunes cuando sufrimos de ansiedad son:

– Taquicardias/palpitaciones

– Sensación de nudo en el estómago, o sensación de nudo en la garganta

– Dolor abdominal

– Sofocos/sudoración

– Sensación de opresión en el pecho (dolor)

– Hormigueo en los brazos o las piernas

– Llanto fácil/frecuente

– Disnea (ahogo o dificultad para respirar)

– Insomnio (problemas para dormir)

[cm_ad_changer campaign_id=»1″]


Tener uno o varios de estos síntomas es realmente desagradable. Todos los pacientes que llegan a nuestra consulta de «Psicólogos Majadahonda» llevan un tiempo preguntándose qué les pasa, si tienen alguna enfermedad grave, si van a morirse, o si «se están volviendo locos». Los síntomas que sienten son tan fisiológicos que no pueden creer que sea «sólo de la cabeza». Están confusos, asustados, desmotivados, con un estado de ánimo bajo. Se sienten realmente mal.


Lo primero que quiero exponer es que si, efectivamente, la ansiedad genera estos síntomas fisiológicos, la mente puede producir cambios a nivel corporal, y esto, a su vez, influye directamente en la mente, generando de esta forma un «círculo vicioso» en el que: TENGO SENSACIONES FÍSICAS DESAGRADABLES, ENTONCES ME ASUSTO. ME ASUSTO,ENTONCES TENGO SENSACIONES DESAGRADABLES. Así, una y otra vez, días tras día (o a veces algunas veces por semana). Acabo de simplificar mucho lo que pasa con la ansiedad a nivel cognitivo/corporal, porque cuánto más fácil nos resulta comprender algo, más fácil nos resulta gestionarla.


Algunas pautas para manejar la ansiedad son:


1. La primera pauta que quiero daros (no es tan fácil de aplicar, pero es realmente efectiva) es: No te asustes, a nivel fisiológico no te pasa nada, no te preocupes, no vas a volverte loco, ni vas a morirte, no tienes cáncer, ni ninguna enfermedad (física) grave, lo que ocurre es que tu organismo te está avisando de que hay algo que gestionar/modificar/sacar/resolver. Las sensaciones son tan intensas (y tan desagradables) que parece que estamos ante una amenaza inmediata, pero te prometo que es una ilusión de la mente, que nos está jugando una mala pasada…para muchos muy muy mala 🙁


2. Respira! Parece sencillo, pero no lo es. La mayoría de los pacientes, cuando llegan a consulta y observo cómo respiran, me doy cuenta que lo hacen con la parte alta de los pulmones (inflan el pecho). En realidad, esta forma de respirar, cuando estamos con un nivel elevado de ansiedad es contraproducente, ya que el aire no llega a los alveolos pulmonares, se respira de forma «superficial» al no obtener todo el oxígeno que en ese momento nuestro cuerpo necesita.
Aprender a respirar con el diafragma (inflando la tripa en lugar del pecho) es un paso esencial para bajar los niveles de ansiedad.


3. No rechaces lo que te pasa, no rechaces la ansiedad, no quieras que se vaya inmediatamente, no te digas cosas como «esto es horrible, que se vaya, no quiero sentir más esto, no puedo vivir así, quiero que acabe ya….. Entiendo que estás sufriendo y que lo que nos hace sufrir tendemos a rechazarlo, pero, como soy psicóloga también entiendo que cuando rechazamos una emoción, o un pensamiento, éste crece inmediatamente, gana fuerza, gana intensidad, y puede desbordarnos. Por eso es fundamental aceptar el problema, aceptar la ansiedad, aceptar el miedo, aceptar los síntomas. Esto nos permitirá gestionar la ansiedad de una forma totalmente diferente a como veníamos haciéndolo.


4. Cuidado con esos pensamientos!!. La ansiedad aparece cuando sentimos una amenaza (identifica qué amenaza «piensa» tu mente) y acerca esos pensamientos a un sitio menos catastrofista y más racional. Intenta no generalizar (utilizando términos como «nunca», «siempre», «cada vez…»), ni adivines el futuro («si no hago esto, entonces no pasará lo otro, o «me va a dar algo»…), no intentes controlar todo lo que ocurre a tu alrededor (ahora, por ejemplo, con todo lo que está ocurriendo por el coronavirus, muchísimas personas están intentando controlar cada paso que dan, si han tocado un pomo, y éste puede estar infectado, desinfectando todo lo que puede con lejía, mascarillas, guantes, no ir a ciertos sitios, comprobar si tiene uno fiebre (o el prójimo)…. Si esto se hace de forma «compulsiva» es sólo porque estamos intentando controlar nuestro miedo (el miedo, en este caso a contagiarnos), ésto no nos alivia la ansiedad, sino todo lo contrario.

5. Haz cosas para ti. Parece sencillo (como respirar), pero no lo es, de hecho, en realidad, para ser sinceros, es bastante sencillo, pero desgraciadamente no lo hacemos. Parece como algo prohibido, un lujo que no nos podemos permitir (hay que trabajar, hay que cuidar a los niños, hay que llamar a nuestra gente, hay que limpiar y ordenar la casa, hay que…) y nosotros? ¿qué nos gusta hacer?, ¿con qué nos divertimos?, ¿qué nos hace sentir libres?, ¿qué nos da curiosidad? Hacerse este tipo de preguntas y poner en marcha aquellas actividades que nos hagan sentir que nos cuidamos beneficiará, sin lugar a dudas, a nuestro estado de ánimo y reducirá los niveles de ansiedad y miedo.


6. Pide ayuda. Estamos muy poco acostumbrados a pedir ayuda. No os imagináis la cantidad de pacientes que me han dicho la siguiente frase (o similar): «no quería venir al psicólogo, pensaba que podía hacerlo solo, hasta que ya no pude más». Creo en vosotros, vosotros solos, muchas veces, podéis, es cierto. Pero a veces, necesitamos un martillo para clavar un clavo (podríamos coger el zapato que tenemos al lado y utilizarlo, pero tardaríamos más, se podría romper el zapato, o podríamos colocar torcido el clavo». Aprovechar las herramientas que tenemos a nuestra disposición y a nuestro alcance es signo de inteligencia y de fortaleza, no de debilidad. 
=)


Me ha encantado escribir este artículo.Gracias por leerlo, y, si estás sufriendo ansiedad, intenta aplicar estas pautas, y si ves que te cuesta mucho, coge el martillo!!

En Psicólogos Majadahonda, estaremos encantados de ayudarte!

[cm_ad_changer campaign_id=»2″]